Ping-pong Viajero.
“Mario Markic. Un viajero, mil y un caminos.”
Mario Markic es periodista, escritor, conductor, docente, pero ante todo es uno de los viajeros más importantes de la Argentina. Con su célebre programa televisivo “En el Camino” -que ya lleva 18 años en el aire- ha recorrido miles de kilómetros y visitado los rincones más recónditos y cautivantes de la Argentina. Es un auténtico cazador de curiosidades, misterios y personajes imborrables. Entre sus méritos más destacables se incluye la conducción de la primera transmisión televisiva desde la Antártida.
V.U.: -¿Un lugar del mundo para anclar y vivir por siempre? ¿Y de Argentina?
M.M.: –París. De Argentina, Buenos Aires.
V.U.: -¿Un lugar para volver 1000 veces? ¿Y uno para librarlo al olvido?
M.M.: -La Patagonia. Y no dejo ninguno para el olvido. Será recuerdo, con cualquiera de sus caras, pero no olvido.
V.U.: -¿Qué lugar te inspiró como ningún otro?
M.M.: -La Puna, creo. Cualquiera de ellas: la de Catamarca, la de Jujuy, la de Salta.
V.U.: -¿A qué lugar o evento histórico viajarías?
M.M.: -A la Revolución Francesa, al primer viaje de Colón, al descenso en la Luna.
V.U.: -¿Con qué viajero célebre te encontrarías a tomar un café?
-Con Darwin, Magallanes, Marco Polo, Heródoto, y sobre todo, Sarmiento de Gamboa.
V.U.: -¿Cuál es el primer viaje de tu vida que lográs recordar?
M.M.: -Viajaba con la radio. Me llevaba a otros mundos sin ir a ningún lado. Ese fue mi primer viaje. El segundo, al glaciar Perito Moreno, con chicos campamenteros del colegio, en un camión del Ejército.
V.U.: -¿Qué viaje de la infancia volverías a repetir?
M.M.: -Una y mil veces, a la chacra que tenía mi padre, a unos 10 kilómetros de Río gallegos. Pero parecía un viaje hacia tierras lejanas.
V.U.: -¿También viajás en sueños?
M.M.: -Sueño despierto con viajes,eso sí. Pero no logro recordar mucho de mis sueños y no hay recurrencias de viajes.
V.U.: -¿Una sorpresa o momento extraordinario durante un viaje?
M.M.: -El descubrimiento. El asombro que provoca el descubrimiento de algo.
V.U.: -¿Y la curiosidad más memorable?
M.M.: -Cada viaje tiene alguna. Pero ahora mismo recuerdo una escena en el corazón del Amazonas. Pisábamos una gran superficie verde, muy prolija, de unos 50 metros de diámetro, con un color uniforme y tapizada de plantitas petisas, como tréboles. Se me ocurrió ponerme en cuclillas para tocar una de ellas. En ese momento, todas se aplastaron contra el piso al mismo tiempo, en una actitud defensiva sorprendente. Pensé que podía haber plantas mas grandes en el Amazonas, y carnívoras, ¿por qué no? En el Amazonas todo es posible.
V.U.: -¿Cuál fue la persona más especial que conociste en un viaje?
M.M.: -Ningún famoso,en cada viaje hay personajes especiales. Coloridos, simpáticos, mentirosos, sabios, o dolorosos. Una vez hablé con el último indio ona, que vivía en un asilo y le había enseñado su idioma a su compañero de pieza, otro viejo como él. El ona lo hizo como un mandato cultural de supervivencia. Ya nadie hablaba su idioma, pero él sintió la necesidad de trasmitírselo de cualquier forma a alguien, aunque sea un hombre blanco. Pero resulta que una mañana el ona se encontró con algo imprevisto: su compañero de pieza, el heredero de su legado idiomático, amaneció muerto. Con lo cual, se había perdido el último intento por preservar el idioma. Era un hombre especialmente desconsolado…
V.U.: -¿Qué cosas no deben faltar en el equipaje de un buen viajero?
M.M.: -Lápiz, papel, libros. Y curiosidad. Para uno como yo. Para otros viajeros tal vez sea el protector solar, aclaro.
V.U.: -¿Planificación o improvisación?
M.M.: -Planificación, mejor. Da idea de trabajo. La improvisación se parece a la inspiración: puede resultar muy aventurosa. Pero también “desventurosa”. Por eso, copio a alguien que decía “Es bueno que la inspiración te encuentre trabajando”.
V.U.: -¿Guía de papel o APP de Smartphone?
M.M.: -Guía de papel.
V.U.: -¿Buscás recomendaciones viajeras por la net?
M.M.: -No.
V.U.: -¿Un plato étnico preferido? ¿Una bebida?
M.M.: -Etnico patagónico: el pastel de papas que hacía mi madre. Los mariscos chilenos con muy buenos. Y el whisky: tiene el color del oro.
V.U.: -¿Un libro y una película viajera infaltable?
M.M.: -¿Pelis de viaje? Apocalipsys now, Vanishing Point. Libros: la Biblia, los viajes de Marco Polo, A Sangre Fría, policiales de Raymon Chandler.
V.U.: -¿Qué destino te falta en tu lista?
M.M.: -Las Malvinas, emocionalmente cercanas.Y muchos países,como Noruega, Islandia…
V.U.: -¿Un consejo obligado para un viajero incipiente?
M.M.: -Paciencia, curiosidad, esas dos cosas.
V.U.: -¿Cómo te convertiste en periodista de viajes? ¿Elección o casualidad?
M.M.: -Fue elección. Tenía mucho apetito de conocimientos, y si no salía de viaje no iba a comprobar si eran ciertas todas las cosas que me imaginaba, cuáles y cuán grandes eran las dimensiones de mis fantasías, o las que me contaban a través de la radio. Y no me arrepiento, por suerte.
V.U.: -¿Viajaste con desconocidos? En caso negativo, ¿Lo harías por elección?
M.M.: -Mis viajes son de trabajo, mayormente. No soy un nómade por elección. Soy un periodista viajero. Sé cuándo tengo que volver a casa. Supongo que hay otros viajeros empedernidos mas románticos que yo, que se pierden y se dejan llevar por aquí y por allá. No es mi caso. Cuando viajé con desconocidos, por lo general eran colegas que estaban en la misma historia que yo. Pero no haría viajes por mi cuenta con desconocidos, no es algo que me motive.Tal vez a los 20 años sí, es mas fácil hacerse amigo de las personas.
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Si querés conocer más sobre los programas “En el camino”, de Mario Markic, entrá en http://tn.com.ar/programas/en-el-camino